A primera hora del Viernes Santo, las calles de La Cañada comenzaron a llenarse. El movimiento es constante: grupos de personas llegan caminando, otros en familia, algunos desde lejos. Todos con un mismo propósito: presenciar el Viacrucis que, año con año, transforma este rincón del municipio de El Marqués.

La edición número 160 del Viacrucis no es cualquier evento. Se ha convertido en una de las representaciones religiosas más importantes del estado de Querétaro. Y este 2025, su fuerza sigue tan viva como siempre. Las cifras lo confirman: 17 mil 500 personas han asistido para acompañar esta conmemoración de la Pasión de Cristo.


Hay silencio en algunos momentos, cantos en otros. La gente mira con atención. No solo observan una puesta en escena, están acompañando con respeto y fervor una tradición que ha pasado de generación en generación. La comunidad participa de lleno. Quienes representan a los personajes lo hacen con compromiso. Se nota en los gestos, en el esfuerzo, en la emoción que provocan en quienes los siguen.



Pero detrás de esta gran concentración también hay organización. Las autoridades del municipio llevaron a cabo el pase de revista del operativo interinstitucional para asegurar que todo se desarrollara en orden. Están presentes elementos de Protección Civil, Seguridad Pública Municipal y Policía Estatal. Su labor se enfoca en resguardar puntos clave, orientar a los asistentes y atender cualquier emergencia.

Lo que sucede en La Cañada no se queda solo en el ámbito religioso. El Viacrucis se ha convertido en un momento de encuentro para la comunidad marquesina y para los visitantes. Es una oportunidad para mirar el corazón de El Marqués, su historia viva, su gente, su hospitalidad.

A lo largo del día, miles de personas se han cruzado por estas calles que hoy se transforman en escenario, memoria y fe. Y al terminar, lo que queda es más que un evento: es la confirmación de que esta tradición no solo sigue viva, sino que sigue uniendo.