La cúpula del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) lanzó una advertencia directa a sus militantes, exigiendo el cese inmediato de la exhibición de conflictos internos y escándalos en la esfera pública. Luisa Alcalde, presidenta del partido, instruyó de forma perentoria a la base a manejar las diferencias de criterio dentro de los cauces institucionales, específicamente la Comisión de Honestidad y Justicia, para evitar fortalecer a la oposición. Esta orden constituye un intento frontal de la dirigencia para controlar la narrativa pública y sofocar las fricciones crecientes que han marcado al movimiento.
La líder del partido oficialista reconoció que si bien “No hay pensamiento único”, la militancia debe acatar “sí reglas claras” de conducta. Alcalde articuló la directriz con una crítica implícita hacia quienes han ventilado desacuerdos, advirtiendo que exponer las divisiones “es hacerle el caldo gordo a la derecha”.
Con esto, la dirigencia subraya que la disciplina interna es innegociable y advierte a los inconformes sobre las graves consecuencias que acarrearía la violación de las normativas. Los estatutos de Morena facultan a la cúpula para aplicar un rango de sanciones que van desde amonestaciones hasta la expulsión definitiva de aquellos miembros que contravengan los principios fundamentales del movimiento.