La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) celebró este martes la última sesión de su actual Pleno. La ministra presidenta, Norma Piña Hernández, ofreció un discurso de despedida cargado de reflexión institucional y reconocimiento.
“Culmina un ciclo fundamental de la vida pública mexicana que inició hace poco más de 30 años”, expresó al agradecer a ministras y ministros que integraron el Pleno, destacando que los disensos, debates y consensos fortalecieron la democracia.

Durante su mensaje, subrayó la trascendencia del tribunal constitucional. “La justicia no es una obra concluida, sino una construcción viva que nos trasciende”, afirmó. También sostuvo que “la Suprema Corte no es solo un órgano del Estado. Es el bastión en la defensa de la democracia constitucional y las libertades”.
Piña rindió homenaje al personal jurisdiccional, administrativo y operativo de la Corte, cuyo trabajo, dijo, “invisible para el público” sostiene el pulso de la justicia cada día.
En tono solemne, concluyó: “Será la sociedad y la historia misma las que juzgarán a quienes hemos juzgado”. Y añadió: “La Constitución debe seguir siendo esa brújula moral que nos guía… no como un libro viejo, sino como un pacto vivo”.
Con esta sesión se cierra una etapa de tres décadas en el máximo tribunal del país.