El Observatorio Ciudadano de Movilidad de Querétaro, a través de su vocero Sergio Olvera León, ha lanzado una crítica contundente respecto a las recientes declaraciones del secretario de Obras del Estado, Fernando González Salinas, quien afirmó que las ciclovías en la entidad tienen un avance del 98%.
Olvera León plantea que, más allá de los porcentajes y cifras presentadas, se debe poner un mayor énfasis en los atributos de seguridad para los usuarios más vulnerables de la vía pública, como peatones y ciclistas. “La seguridad vial debe ser considerada como parte integral de la seguridad pública”, enfatizó.
Desde el inicio de las obras, el Observatorio Ciudadano de Movilidad ha expresado sus preocupaciones a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas (SDUOP). Una de las principales críticas se centra en el uso de vialetones como delimitadores de las ciclovías. Según Olvera León, estas estructuras no brindan la protección necesaria en caso de colisión y son frecuentemente invadidas por automóviles estacionados, a pesar de las señales de tránsito.
“La seguridad de los desplazamientos en bicicleta es fundamental para que esta sea una alternativa de movilidad viable”, comentó Olvera León. “Las ciclovías en avenidas como 5 de Febrero deben estar segregadas del tráfico vehicular por barreras físicas o tener un diseño que impida a los autos circular a alta velocidad, tal como lo recomiendan manuales internacionales como los del Instituto para el Transporte y Políticas para el Desarrollo (ITDP), la National Association of City Transportation Officials (NACTO) y el World Resources Institute (WRI).”
A pesar de las reuniones y recorridos realizados con personal de la SDUOP, Olvera León argumenta que las obras en Paseo 5 de Febrero no cumplen con los estándares de seguridad necesarios. “Lo que vemos hoy son franjas pintadas de verde y vialetones que no ofrecen la seguridad requerida para ser consideradas ciclovías reales”, afirmó.
El diseño actual de la obra sigue favoreciendo el desplazamiento de automóviles a alta velocidad y permite estacionamiento sin restricciones, contradiciendo las promesas iniciales de priorizar a peatones y ciclistas. “Lo que tenemos en Paseo 5 de Febrero no resistiría una auditoría de seguridad vial de ninguna instancia nacional o internacional, y eso es preocupante”, añadió Olvera León.